Y prometo ser fiel en lo prospero y en lo adverso...

Los seres humanos, somos volubles e impredecibles, estamos llenos de complejos y limitaciones, que nos hacen reaccionar de maneras diversas ante una misma situación, en este caso, hablo de la infidelidad, es un tema controvertido, porque jamás nos pondremos de acuerdo respecto a que se considera ser infiel, pues es una percepción de depende mucho de quien emite su juicio, no es lo mismo lo que piensa la mancornadora, que lo que piensa su marido, y lo que piensa el amante.
¿Qué lleva a una mujer o a un hombre a ser infiel? Creo que la respuesta a esta pregunta es muy variada, y va desde, el aburrimiento, alimentar el ego, la soledad, porque se presenta la oportunidad, la novedad de experimentar, y un etc., etc., etc., interminable
Dicen que los hombres son más infieles que las mujeres, yo digo, que somos más discretas, es una cuestión de matemáticas simples, y no como las matemáticas que aplica Hugo Chávez, en donde 2 +2 = a sepa la fregada.
No señores, esto de la infidelidad tiene su lógica, si un hombre, engaña a su mujer, con la secretaría, la vecina, la compañera de gym, la mesera de la fonda, y la señora de la limpieza, me parece lógico pensar, que esas mujeres, a su vez están engañando a alguien, o que ¿Las 5 mujeres le son fieles y leales a ese solo hombre? Dúdolo mucho, no es lógico.
Pero los hombres siempre suponen que sus esposas, son mujeres intachables, que están en un altar consagradas a él, sus hijos y su hogar, y lo mismo piensan de su madres, hijas y hermanas.
Aquí vuelve la lógica, las mujeres con las que este hombre es infiel, son hijas, madres, hermanas y esposas de otros, que a su vez, creen que su casa es una sucursal de la congregación de Las Carmelitas Descalzas en donde todas las mujeres son puras y respetaran eternamente su voto de celibato (ajá)
Las mujeres somos tan o más infieles que los hombres, porque la infidelidad, no es cuestión de ir y meternos a la cama con alguien, es también cuestión de fantasear y desear, a otros que no sean nuestros maridos, y los maridos no pueden ser tan bobos como para creer que con su panza de chelero, nos resultan más irresistibles que Hugh Jackman, y con los hombres pasa todo lo contario, hay quienes tienen en su casa a una Alizée, y se meten con la señora de los tamales, porque les mueve mejor la masa.
No critico a los infieles, ni tengo la formula para evitar la infidelidad, solo creo que si antes de ser esposos, se es, amigos y amantes, no hay necesidad de ir por allí buscando lo que no se tiene en casa, creo que hablando, y hablando, y hablando de TODO se puede llegar a tener en casa una pareja que cumpla todas nuestras expectativas.